La noche me confunde
Ha sido el Tito Charly el que me ha enviado una noticia del diario Marca que, francamente, me ha dejado conmocionado.
Al parecer, la selección canariña, tras su victoria ante Ecuador, salió a festejarlo por las calles de Río. Y como es costumbre en ese vestuario, lo de pagar a escote está mal visto. Esta noche le tocaba al madridista Robinho aflojar la mosca. Al parecer, mientras estaban de jota, copita va copita viene, unas chiquitas decidieron acercárseles, a ver si les invitaban a champaña y de paso les alegraban la noche.
Al pobre Robinho, que acababa de soltar una talegada de la última ronda, no le quedaba suelto para los condones y, como tenía que pagar él la fiesta (y ahí va todo incluído) salió a la calle a pedirlos.
No sabemos muy bien dónde los encontró, pero volvió con 40 (no está mal). Me figuro la estampa.
- Hola, soy Robinho, ¿Has visto qué partidazo he jugado hoy? ¿tienes condones para dejarme? Es que me he dejado 2.000 pavos en jariguays y no me queda un chavo.
Volvemos al eterno debate de si debe salir por la noche un jugador de elite. A mí me parece que, mientras no se resienta su nivel de juego, se le ha de permitir algún caprichillo al jugador (siempre con mesura). Si no fíjense en Romario que, cuando no salía estaba triste y no rendía en el campo. Yo también estaría triste si me impidieran participar de esas bacanales de vicio y excesos. Además, se ha demostrado que en el Kron, aun saliendo hasta las mil, se puede rendir al día siguiente.
Y es que los que critican esas actitudes realmente lo que tienen es puta envidia, sí, como yo. Desde siempre me habría encantado participar en una fiesta de esas. Queda claro que hay que saber elegir a los amigos...
Robinho, a punto de casarse, lo niega rotundamente. Pero, y viendo a estas chicas de la foto, tan aficionadas al fútbol, tan ansiosas de festejar la victoria... ¿Quién es Robinho?¿Quién soy yo, para cortarles las alas? ¡Déjenles festejar!